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El libro Educación precoz del niño sordo, nos demuestran que la práctica de estos años, en efecto, es fundamental auxiliar al bebé sordo tan pronto sea posible.
La educación precoz de los niños pequeños sordos ha servido incluso como modelo para intervenir precozmente en otros niños cuyo hándicap es de orden totalmente distinto : enfermos motores cerebrales, trísomicos, ciegos o portadores de otros déficit.Estos niños solo tienen en común el hecho de que un diagnóstico precoz permite, en cierto modo, adelantarse a los problemas, de forma que es posible incidir en su futuro si se interviene antes de que se hayan fijado excesivamente las consecuencias.
Las modificaciones que han introducido en está edición se derivan de los adelantos experiementados de forma manifiesta en el curso de los 10 últimos años en diversos campos.
Los puntos de vista sobre el desarrollo del niño pequeño y sus competencias precoces.
La reintroducción del lenguaje gestual y la experiencia en otros métodos que completan la reeducación del lenguaje.
Los progresos técnicos relativos al diagnóstico y la aplicación de prótesis.
Hay que añadir, por último, el estímulo que suponen los resultados obtenidos.
La experiencia de años de práctica no hace sino confirma el papel excepcional de los padres en la educación precoz de un niño sordo.
Para ellos se ha concebido este texto y para ellos ha sido asimismo modificado por completo, en el deseo de aportarles un puntode apoyo, determinadas precisiones y algunas ideas para el comienzo de esta tarea que deberán proseguir durante años.
Para ayudar un niño, y especialmente a un niño sordo, no basta con conocimientos técnicos o científicos, es evidente que la buena voluntad y la intuición son insuficientes si no se apoyan sobre conocimientos sólidos.Los especialistas y educadores que quieren ayudar al desarrollo del niño deben conciliar ambos elementos. Los padres comprenden también muy pronto hasta qué punto tendrán que ocuparse del niño.
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